La hipótesis de un posible apagón eléctrico que asole Europa ha saltado a la prensa tras conocerse que el estado austriaco está planificando dicha contingencia y preparando a su población para afrontar dicho problema.
Qué un gobierno prevea este tipo de problemas no debería de asombrarnos, es su obligación, lo contrario es negligencia. No obstante, cada país es diferente y hay que ser consciente de ello para valorar la posibilidad real de que esto nos ocurra y de nuestra respuesta. Lo último que necesitamos es dejarnos llevar por el alarmismo.
¿Es posible un apagón generalizado?
Sí, incluso en un lugar tan bien gestionado como el continente europeo, pero no es fácil. Se supone (y no es poco suponer) que los gobiernos tienen planes de contingencia en caso de una falta repentina de energía. Los países tienen reservas estratégicas de gas o petróleo para aguantar en caso de desastre. Si hubiera una caída en cascada de redes eléctricas en Europa, un país como España cortaría la conexión en los Pirineos y dejaría sin suministro a las industrias que más consumieran para poder desviar la electricidad hacia el uso doméstico y servicios esenciales.
¿Qué pasaría si se acaba el gas natural?
El gas natural es el combustible que se utiliza en las denominadas como plantas de ciclo combinado. En realidad, simplificando mucho, no dejan de ser plantas térmicas donde se calienta agua, esta se convierte en gas y de ahí a mover una dinamo que genera electricidad. Si no hay gas no hay electricidad y este no se produce apenas en Europa por lo que hay que traerlo de países complicados como son Rusia o Argelia. En caso de que estos países cortaran el suministro de forma repentina, Europa occidental lo pasaría realmente mal, pero eso no afectaría a la producción eólica y solar. Con esta sola no se podría abastecer a toda la demanda, en especial cuando no sopla el viento o está nublado, pero esta, junto a la energía nuclear debería ser suficiente para mantener un mínimo de subsistencia. Sería la industria la gran perjudicada y con ella, los empleos.
La amenaza de la erupción solar y las tormentas geomagnéticas solares.
¿Qué hacer si se va la electricidad de repente?
Ante todo, mantener la calma. Los más probable es que sea una avería local y pasajera, pero no está demás el prepararse para cualquier contingencia.
1º Acude al lugar donde tienes preparadas un par de linternas. De preferencia, frontales de las que se sujetan con cinta a la frente para así tener las manos libres. Tienes que tenerlas en un sitio fijo por si tienes que moverte por la casa a tientas.
2º. Comprobar en el cuadro eléctrico de la casa si no es una avería exclusivo en nuestro propio hogar.
3º. Si hay vecinos cerca, preguntarles si ellos conservan electricidad. Puede ser que solo sea una avería en nuestro edificio o zona.
3º. Encender la radio a pilas/baterías y buscar noticias en las emisoras locales primera y nacionales después. Tener una radio o televisión con un suministro eléctrico independiente de las red es fundamental.
4º Desconectar aparatos que puedan sufrir una sobrecarga en caso de vuelta repentina de la electricidad.
Confirmamos que hay un apagón y este es de larga duración. ¿Qué hacemos?
Un apagón, es decir, la falta total de energía, es muy peligroso. Muchas casas tienen conectadas a la red eléctrica tanto la calefacción en invierno como la refrigeración en verano. También se usa pasa cocinar, iluminación y puede haber enfermos que necesiten tener aparatos de ventilación enchufados. Pensemos además que unas calles sin iluminación son caldo de cultivo para la delincuencia y los saqueos.
Ante esta situación tenemos que tomar la decisión de Bugging in o Bugging out , es decir, nos quedamos en casa atrincherados o nos vamos a un refugio preparado de antemano o donde sepamos que estaremos a salvo. En todo caso, siempre tenemos que tener a mano nuestra mochila/morral de 72 horas, pensemos que tres días (72 horas) es el tiempo máximo que tarda en reaccionar un país avanzado ante una emergencia. Nuestra prioridad debe ser aguantar esos tres días.
Seguridad.
Es primordial. Si hay un apagón, las calles se quedarán sin iluminación y la policía tendrá muchos lugares a donde acudir. Quizá tengamos que defendernos solos. Si hemos decidido quedarnos en casa, procuremos salir lo mínimo posible. Como las tiendas estarán cerradas tendremos que sobrevivir con lo que contengan nuestras despensas. Atranquemos la puerta y tengamos listas formas defendernos.
La despensa.
Esto es algo que debemos preparar ANTES de un apagón. En nuestro hogar o en nuestro refugio debemos tener lista una despensa con alimentos que puedan aguantar si refrigeración y comerse sin necesidad de calentarse. Es un cliché el uso de latas de atún, pero es cierto que es un alimento ideal en esos sentidos. En este link analizamos los tipos de alimentos de larga conservación.
En este mismo apartado incluimos las reservas de agua.
Comunicaciones.
Hay apagones donde los teléfonos fijos siguen funcionando, pero cada vez más se usan exclusivamente teléfonos móviles/celulares cuya batería dura un día. En este caso, los que tengan emisoras de radio y usen baterías, seguirán estando comunicados. Hay grupos de preppers que crean redes para poder comunicarse entre ellos en caso de producirse un evento de estas características.
Iluminación.
Velas y lámparas, de preferencia a baterías o mejor aún, accionadas por dinamos manuales, no deben faltar en ninguna casa y no lo harán en la nuestra.
En todo caso, recordemos, la principal ayuda que tendremos, será siempre la nuestra.
Generadores y placas solares. La independencia energética.
Ser independiente energéticamente es caro, pero merece la pena. Los generadores a gasoil son una solución puntual, si no te preocupa la contaminación. Su gran problema es el consumo de combustible y el ruido.
Instalar placas solares y o molinos de viento nos dará independencia, pero siempre estaremos a expensas de que haga viento o no haya nubes. No es perfecto, pero es una inversión que se rentabiliza con el paso de pocos años.
Para profundizar en estos temas y sobretodo, en aquellos que no se pueden tratar abiertamente en internet, puedes adquirir en Amazon los libros editados por el blog: Manual del preparacionista: Una guía para que tu supervivencia solo dependa de ti y Libro de cocina del preparacionista y el superviviente.
