En los meses de verano, el golpe de calor es un enemigo mortal para todos aquellos que están al aire libre en las horas centrales del día. Saber prevenirlo, identificar sus síntomas y combatirlo, es tal útil y práctico como saber encender un fuego.
¿A qué llamamos golpe de calor?
Consideramos que un golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal aumenta rápidamente y el cuerpo no tiene la capacidad de enfriarse por sí mismo. Esto puede llegar a ser mortal, provocando daños cerebrales y en los órganos vitales.
Hay que refrescarse.
¿Cuáles son las causas del golpe de calor?
Esta patología puede provocarla:
Práctica de esfuerzo físico a altas temperaturas, no importa si se está en una zona interior o a la sombra. Son muy habituales los casos que se dan entre corredores o ciclistas.
Exposición excesiva al calor ambiental. Típica situación de trabajar bajo el sol en verano.
Síntomas comunes de un golpe de calor o insolación. Señales de alarma.
Los síntomas se suelen dar según una escalada típica.
Fase inicial:
Temperatura corporal elevada.
Sed intensa.
Dolor de cabeza.
Mareos.
Náuseas e incluso vómitos.
Piel roja, caliente y seca.
Segunda fase:
Pulso acelerado.
Calambres.
Aumento brusco de la temperatura corporal (en 10 o 15 minutos se puede llegar 40º)
Convulsiones.
Desorientación o alteración de la conciencia.
Pérdida del conocimiento.
Llegados a este punto se está al borde del colapso.
Consejos para evitar el golpe de calor
Evita la exposición al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas) y, en general, evita exposiciones prolongadas al astro solar.
Si notas cansancio o mareo, retírate a un lugar fresco o ventilado y aflojar la ropa para facilitar la circulación sanguínea.
Usar aire acondicionado. Si dispone de él en casa, hay que acordarse de regular la temperatura por la noche, porque el cuerpo se enfría durante el sueño. Un aire acondicionado excesivamente frío durante el sueño puede ser perjudicial por efecto contrario.
Cubrirse adecuadamente la piel con crema protectora la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y gafas de sol. Esto te ayudará a prevenir tanto los golpes de calor como las quemaduras.
Cuanto más alta sea el factor de protección de la crema solar, mejor.
Llevar ropa ligera que permita la transpiración, el principal mecanismo de refrigeración de nuestro cuerpo. Los tejidos artificiales están especialmente contraindicados por su baja transpiración.
Hidratarse con agua, líquidos y bebidas isotónicas. Es recomendable al beber, no hacerlo de golpe sino en pequeños sorbos para asimilarse mejor el líquido y evitar un incremento innecesario de la sudoración. El agua ligeramente salada calma más la sed que la muy dulce.
Evitar las comidas pesadas de difícil digestión que hacen aumentar la temperatura interna.
Es conveniente prestar atención a los ancianos y niños. En concreto, los niños menores de tres años no deben exponerse al sol.
Cómo actuar ante un golpe de calor o insolación
Hay que dejar claro, que si notamos que estamos sufriendo un golpe de calor o bien, lo estamos presenciando en otra persona, siempre lo mejor será acudir a un centro médico y dejarlo en manos de profesionales de la salud. Si esto no es posible, las siguientes pautas pueden paliar los efectos del golpe de calor.
Trasladar a la persona o personas afectadas a un lugar sombreado y lo más fresco posible.
Colocarla en posición semisentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y que pueda entrar aire.
Reducir la temperatura corporal: quitarle algo de ropa, darle aire (abanico o ventilador) y utilizar compresas de agua fría en la frente, la nuca, el cuello y otras partes del cuerpo.
Beber agua fresca para rehidratar y bajar la temperatura, pero debe hacerlo a pequeños sorbos y no de golpe, pues esto empeoraría su estado.
Si su estado mejora, hay que acompañarlo a un servicio médico de urgencias para someterla a una revisión completa y posteriormente a un seguimiento médico durante el tiempo que los médicos estimen conveniente.
Si no se recupera o incluso llega a perder el conocimiento, hay que tumbar a la persona con las piernas flexionadas y llamar inmediatamente a urgencias.
Alta temperatura.
Los golpes de calor nos pueden suceder a todos, por más que seamos preparacionistas y creamos que lo tenemos todo previsto.
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